Infórmate

martes, 14 de junio de 2011

Ustedes, pues, sean perfectos, como su Padre celestial es perfecto.

“Te invitamos para que abras tú corazón al Señor con la lectura diaria del evangelio y una pequeña reflexión que te ayudara a crecer en la fe”.

Oración introductoria

Jesucristo, yo quiero darte lo mejor de mí. Sabes que lo busco en serio, pero soy débil. Busco la santidad y la anuncio, pero me avergüenzo de ella; quiero cambiar, pero me gusta mi imperfección. Necesito de ti para enorgullecerme y amar la santidad. Jesús, que no me quede en palabras.





Evangelio

Lectura del Santo Evangelio según san Mateo 5, 43-48

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: Han oído que se dijo: Amarás a tu prójimo y odiaras a tu enemigo. Pero yo os digo: amen a sus enemigos y rueguen por los que les persiguen, para que sean hijos de su Padre Celestial, que hace salir el sol sobre malos y buenos, y llover sobre justos e injustos. Porque si aman a quienes les aman, ¿qué recompensa tendrán? ¿No hacen eso mismo también los publicanos? Y si no saludan sino a sus hermanos, ¿qué hacen de particular? ¿No hacen lo mismo los gentiles? Ustedes, pues, sean perfectos, como su Padre celestial es perfecto.





Meditación

¿Cómo podemos imitar a Jesús? Él dice: «Amad a vuestros enemigos y rezad por los que os persiguen, para que seáis hijos de vuestro Padre celestial» (Mt 5, 44-45). Quien acoge al Señor en su propia vida y lo ama con todo su corazón es capaz de un nuevo comienzo. Logra cumplir la voluntad de Dios: realizar una nueva forma de vida animada por el amor y destinada a la eternidad. (Benedicto XVI, Ángelus del 20 de febrero de 2011).



Autor: David Varela Flores | Fuente: Catholic.net

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